Amir y Hassam son dos niños que viven en Agfanistán antes de la invasión rusa. El primero, de la etnia pastun, es hijo del dueño de la casa y el segundo, de la etnia hazara es hijo del criado. Entre los dos existen unos profundos lazos de amistad que se rompen cuando Amir traiciona la fidelidad de Hassan para ganarse la atención y la admiración de su propio padre. Amir, en su vida posterior en EEUU, llevará sobre sí el peso de aquella traición y sólo podrá reparar el daño cuando es llamado para volver a Agfanistán. Allí, no sólo se encuentra con el horror y el terror provocado por los talibanes, sino también con el secreto que explica parte de su pasado y sobre todo con la oportunidad de liberar su culpabilidad.
Cuesta mucho entender un mundo en el que la injusticia está oficialmente establecida. En esta historia llena de sucesos dolorosos, se percibe el drama de un país que tras perder la normalidad con la invasión rusa, alcanza las más altas cotas de terror con los talibanes.
A pesar de los momentos dramáticos, engancha de tal forma, que es imposible abandonarla antes de llegar al final.
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